jueves, 24 de septiembre de 2015

Thomas Tranströmer (dos)


PASO DE PEATONES

Soplo helado en los ojos y soles que danzan
en el caleidoscopio de las lágrimas cuando cruzo
la calle que tanto me ha seguido, la calle
donde el verano groenlandés ilumina los charcos.

En torno a mí hierve toda la fuerza de la calle
que nada recuerda y nada quiere.
Muy por debajo del tráfico, en la tierra espera
el bosque no nacido, inmóvil por mil años.

Se me antoja que la calle me ve.
Tan sombría es su mirada que el sol mismo
se hace un ovillo gris en un espacio negro.
¡Pero ahora yo brillo! La calle me ve.

                                     De La barrera de la verdad (1978)


("En 1990 Tranströmer sufrió una hemiplejía que lo dejó sin voz, pero no, como él mismo precisaba, “sin lenguaje”, y continuó escribiendo una poesía cada vez más breve y directa. También siguió tocando el piano, una de sus principales pasiones, e interpretando con la mano izquierda obras de Scriabin y Mompou. Y viajando por el mundo con Monica, su mujer, que sabía traducir con gran riqueza cada mínimo gesto del poeta". Carlos Pardo, El País. Cultura, 25 de marzo de 2015.)

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