sábado, 22 de febrero de 2014

Las reglas del juego (siete). SINESTESIA


SINESTESIA. Facultad de algunas personas consistente en experimentar una sensación particular a partir de un estímulo que pertenece a otra modalidad sensorial.

Oír los colores, ver los sonidos, saborear con el tacto. La sinestesia es un efecto común de algunas drogas psicodélicas, como el LSD, la mescalina o los hongos psilocibios.

Baudelaire, Rimsky-Korsakov, Kandinsky, Nabokov, Paul Klee, Olivier Messiaen, Duke Ellington, Mondrian, Van Gogh, William Blake eran sinestésicos o aparentes sinestésicos.


Wassily Kandinsky, Composición VIII (1923)

Composition VIII (1923), Wassily Kandinsky

lunes, 10 de febrero de 2014

Vicente Aleixandre (dos)


EN LA PLAZA

Hermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo,]
sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,
llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.

No es bueno
quedarse en la orilla
como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.]
Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha
de fluir y perderse,
encontrándose en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita extendido.]

Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto bajar por unas escaleras
y adentrarse valientemente entre la multitud y perderse.
La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.]
Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con temeroso denuedo,]
con silenciosa humildad, allí él también
transcurría.

Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.

Y era el serpear que se movía
como un único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,
pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.

Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.]
Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras algo preguntar a tu imagen,

no te busques en el espejo,
en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros.
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.

Entra despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,]
introduce primero sus pies en la espuma,
y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.
Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.
Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.]
Y allí fuerte se reconoce, y se crece y se lanza,
y avanza y levanta espumas, y salta y confía,
y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.

Así, entra con pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.
Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.
¡Oh pequeño corazón diminuto, corazón que quiere latir
para ser él también el unánime corazón que le alcanza!

                     Vicente Aleixandre (Historia del corazón, 1954)


[Vicente Aleixandre y Merlo (Sevilla, 26 de abril de 1898-Madrid, 14 de diciembre de 1984)
Su infancia transcurre entre Málaga y Madrid. Estudia Derecho y Comercio, y durante unos años es profesor en la Escuela de Comercio de Madrid especializándose en Derecho Mercantil.
Su amistad con Dámaso Alonso y sus inquietudes literarias le llevan a leer y a estudiar a los grandes poetas de la literatura universal, como Bécquer y Rubén Darío. Sufre una grave enfermedad y durante su recuperación se dedica a escribir poesías que son publicadas en las revistas culturales más importantes de la época, consiguiendo gran éxito. Ahí empieza su amistad con los otros componentes de la Generación del 27, como Federico García Lorca y Luis Cernuda. En 1934 recibe el Premio Nacional de Literatura.
Tras la Guerra Civil permanece en España y su obra toma una trayectoria muy personal. En 1949 es nombrado Académico de la Lengua y desde entonces se convierte en maestro y protector de los jóvenes poetas españoles, que acuden a visitarle con frecuencia a su casa de Madrid, donde con frecuencia organiza tertulias literarias.
Su obra se caracteriza por el uso de la metáfora y se le reconoce como el principal poeta surrealista español. Se dice que su trayectoria se divide en tres etapas: una primera de poesía pura (con influencias de Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas y Jorge Guillén), otra de poesía surrealista y una tercera de poesía antropocéntrica.
En 1977 recibe el Premio Nobel, con el que se reconoce universalmente su obra y, en cierta manera, la de toda la Generación del 27.(Fuente: Instituto Cervantes)]

martes, 4 de febrero de 2014

Arthur Rimbaud


LA MALINA

En el oscuro comedor que perfumaba
un olor de barniz y de fruta, a mis anchas
rebañaba yo un plato de no sé qué guisote
belga y me despatarraba en mi inmenso sillón.

Escuchaba el reloj mientras comía, silencioso y contento:
la cocina se abrió con una bocanada,
y la sirviente vino, no sé por qué,
malamente peinada y con la pañoleta hecha unos zorros;

y, sin dejar de pasear su dedo meñique, tembloroso,
por su mejilla, un terciopelo de melocotón rosado y blanco,
y, haciendo con su boca infantil un puchero,

colocaba los platos cerca de mí, seguro que para solazarme;
luego dijo bajito –seguro que lo hizo para obtener un beso-:
«Toca aquí, he cogido frío en la mejilla...»

                                Arthur Rimbaud (Charleroi, octubre 1870)

(Trad. Aníbal Núñez y David Conte; Poesía completa, Arthur Rimbaud. Visor Libros, 1997)


LA MALINE

Dans la salle à manger brune, que parfumait
Une odeur de vernis et de fruits, à mon aise
Je ramassais un plat de je ne sais quel met
Belge, et je m'épatais dans mon immense chaise.

En mangeant, j'écoutais l'horloge, - heureux et coi.
La cuisine s'ouvrit avec une bouffée,
- Et la servante vint, je ne sais pas pourquoi,
Fichu moitié défait, malinement coiffée

Et, tout en promenant son petit doigt tremblant
Sur sa joue, un velours de pêche rose et blanc,
En faisant, de sa lèvre enfantine, une moue,

Elle arrangeait les plats, près de moi, pour m'aiser ;
- Puis, comme ça, - bien sûr, pour avoir un baiser,-
Tout bas : "Sens donc, j'ai pris 'une' froid sur la joue..."



(“Consciente sin duda de que su vida iba a ser breve -pocos autores han sido tan autodestructivos como él- escribe todos su versos entre los 16 y los 20 años. Con posterioridad, olvidada por completo su actividad literaria, se dedica a las más diversas ocupaciones con un único interés: enriquecerse”. “Puesto a ello no dudará en ser mercenario en las colonias holandesas y tratante de esclavos en Abisinia. Mientras tanto, en Europa, es el mismo Verlaine el primero en reivindicar a Rimbaud al publicar los poemas de su antiguo amante -Iluminaciones (1886)- e incluirle en su ensayo Los poetas malditos.” [“Arthur Rimbaud, la precocidad y la autodestrucción”, Javier Memba])

sábado, 1 de febrero de 2014

DIOS


God is a concept
by which we measure
our pain.

I'll say it again.

God is a concept
by which we measure
our pain.

I don't believe in magic.
I don't believe in I-ching.
I don't believe in Bible.
I don't believe in Tarot.
I don't believe in Hitler.
I don't believe in Jesus.
I don't believe in Kennedy.
I don't believe in Buddha.
I don't believe in mantra.
I don't believe in gita.
I don't believe in yoga.
I don't believe in kings.
I don't believe in Elvis.
I don't believe in Zimmerman.
I don't believe in Beatles.
I just believe in me,
Yoko and me
and that's reality.

The dream is over.

What can i say?
The dream is over
yesterday.

I was the dreamweaver,
but now i'm reborn.

I was the walrus,
but now i'm John.

And so, dear friends,
you just have to carry on,
the dream is over.

                         John Lennon