sábado, 29 de noviembre de 2014

Las reglas del juego (catorce). CONSEJOS A LOS JÓVENES POETAS


LOS SIETE CONSEJOS DE CHARLES SIMIC A LOS JÓVENES POETAS

1. No les cuentes a los lectores lo que ya saben sobre la vida.
2. No supongas que eres el único que sufre en el mundo.
3. Algunos de los más grandes poemas que se han escrito son sonetos o poemas con no muchos más versos, así que no escribas más de lo necesario.
4. El uso de imágenes, símiles y metáforas aporta concisión a los poemas. Cierra tus ojos y deja que tu imaginación te diga qué hacer.
5. Recita las palabras que has escrito en voz alta para decidir qué palabra será la siguiente.
6. Lo que estás escribiendo es un borrador al que necesitarás realizar pequeños ajustes, tal vez durante meses, e incluso años.
7. Recuerda que al escribir un poema estás construyendo una máquina del tiempo, un vehículo que permitirá a otros viajar por su propia mente, así que no te sorprendas si no te resulta fácil lograr que todas las piezas de ese mecanismo funcionen correctamente.

jueves, 27 de noviembre de 2014

WHERE THE STREETS HAVE NO NAME


Quiero correr, quiero esconderme,
Quiero demoler las paredes
Que me mantienen encerrado.
Quiero extender la mano
Y tocar la llama
Donde las calles no tienen nombre.

Quiero sentir la luz del sol en mi cara,
Ver la nube de polvo
Desapareciendo sin dejar rastro.
Quiero resguardarme
De la lluvia venenosa.
Donde las calles no tienen nombre.
Donde las calles no tienen nombre.
Donde las calles no tienen nombre.

Todavía estamos construyendo y quemado el amor.
Quemando amor.
Y cuando voy allí
Voy allí contigo.
(Es todo lo que puedo hacer)

La ciudad se inunda y nuestro amor se convierte en herrumbre.
Somos golpeados y llevados por el viento,
Pisoteados en el polvo.
Yo te mostraré un lugar
Alto sobre un llano del desierto.
Donde las calles no tienen nombre.
Donde las calles no tienen nombre.
Donde las calles no tienen nombre.

Todavía estamos construyendo y quemando el amor.
Quemando amor.
Y cuando voy allí
Voy allí contigo.
(Es todo lo que puedo hacer)

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I wanna run, I want to hide
I wanna tear down the walls
That hold me inside.
I wanna reach out
And touch the flame
Where the streets have no name.

I wanna feel sunlight on my face.
I see the dust-cloud
Disappear without a trace.
I wanna take shelter
From the poison rain
Where the streets have no name
Where the streets have no name
Where the streets have no name.

We're still building and burning down love
Burning down love.
And when I go there
I go there with you
(It's all I can do).

The city's a flood, and our love turns to rust.
We're beaten and blown by the wind
Trampled in dust.
I'll show you a place
High on a desert plain
Where the streets have no name
Where the streets have no name
Where the streets have no name.

We're still building and burning down love
Burning down love.
And when I go there
I go there with you
(It's all I can do).

                                      U2


(“De la manera en la que escribimos, a veces sentimos que la canción ya está escrita” comentó Edge a John Waters. “La canción estaba allí, si podías ponerla en palabras, en notas. La teníamos, pero no estaba acabada. Si nos ves trabajar en el estudio, puedes pensar a veces qué demonios estamos haciendo. La mayoría de las veces, si sentimos que tenemos algo bueno, al final llegaremos a tenerlo. Y Where the Streets Have No Name es un buen ejemplo, ya que tardamos semanas en terminarla”. “Es un tema que muestra ese sentimiento de querer correr, de querer cazar. Siempre he creído que hay dos modos: cazador y protector. Si me meto en el papel de uno soy un animal y si me meto en el otro, estoy completamente domesticado. A veces es en medio de los dos donde me encuentro”. Explica Bono. Extraído de U2fanlife.com.)

(Recomendada por Inés.)

jueves, 20 de noviembre de 2014

Aforismo VII. RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

"Escribir es que le dejen a uno llorar y reír a solas"

Ramón Gómez de la Serna


 
 Ramón Gómez de la Serna, Enrique Stoura, 1949


sábado, 15 de noviembre de 2014

César Vallejo


LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

             
                                        (De Los heraldos negros, 1918)



("El fatalismo que se advierte en toda la poesía de César Vallejo no es, sin embargo, rigurosamente indígena, exclusivamente americano. Es también producto del escepticismo español. Y lo es en su esencia y en su forma. En la negación y en la duda. No es otro el espíritu de los versos de este mismo poema (...). Aquí se le reconoce hasta la expresión, emparentada con la advertencia sombría del refranero, síntesis de una filosofía escéptica y, por lo tanto, española.
En el resto del libro se observa una oscilación entre ambos valores, entre las dos tendencias, entre ambas sangres. Y siempre encontraremos el acento desesperanzado, el idioma angustioso del hombre situado en el cruce de dos caminos sin saber cuál de los dos elegir." Del prólogo de César Miró a Poesías completas, de César Vallejo, editorial Losada, 2013.)

miércoles, 12 de noviembre de 2014

MAD WORLD


Por todos lados a mi alrededor, rostros familiares.
Lugares desgastados, lugares desgastados.
Felices y madrugadores, para sus carreras diarias.
Sin ir a ningun lado, sin ir a ningun lado.
Todas sus lágrimas empapando sus gafas.
Inexpresivos, inexpresivos.
Escondo mi cabeza. Quiero ahogar mi tristeza.
No hay mañana, no hay mañana.
Y lo encuentro ciertamente divertido.
Ciertamente triste.
Los sueños en los que me estoy muriendo,
son los mejores que he tenido nunca.
Encuentro dificil como decírtelo,
porque me parece dificil de aceptar.
Cuando la gente corre en círculos,
es un loco,
loco mundo.
Los niños esperando el día en que se sentirán bien.
Feliz cumpleaños, feliz cumpleaños.
Hecho para sentir de la misma forma que cada niño debería.
Siéntate y escucha. Siéntate, y escucha.
Fuí a la escuela, y estaba muy nervioso.
Nadie me conocía, nadie me conocía.
Hola profesor. Dígame cual es la lección.
Mirar a través de mí mismo, a través de mí mismo.

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All around me are familiar faces
Worn out places, worn out faces
Bright and early for their daily races
Going nowhere, going nowhere
And their tears are filling up their glasses
No expression, no expression
Hide my head I want to drown my sorrow
No tomorrow, no tomorrow
And I find it kind of funny
I find it kind of sad
The dreams in which I’m dying
Are the best I’ve ever had
I find it hard to tell you
‘Cos I find it hard to take
When people run in circles
It’s a very, very
Mad World
Children waiting for the day they feel good
Happy Birthday, Happy Birthday
Made to feel the way that every child should
Sit and listen, sit and listen
Went to school and I was very nervous
No one knew me, no one knew me
Hello teacher tell me what’s my lesson
Look right through me, look right through me.


                                      Tears for fears (1983)


(Recomendada por Fátima N. S.)

sábado, 8 de noviembre de 2014

Daniel Rodríguez Moya


EL HOMBRE DE ORCE

En este mar de piedra el horizonte
es una grieta apenas definida,
una luz que rodea extrañas formas
cuando el último sol se vuelve líquido
y dibuja en las rocas imágenes prehistóricas.

Los caminos con huellas de neumáticos,
la tierra devastada, el paisaje lunar
son memoria inconclusa
de un tiempo sin palabras.

Alguna vez un lago llenaba esta extensión,
una naturaleza impropia de esta época.
El hombre apenas era
un futuro imperfecto que luchaba
por la supervivencia
                        en un lugar hostil.

Han pasado milenios sobre el cráneo de un niño
en un cubil de hienas.
Fue atacado por tigres
y su sangre manchó la hierba fresca.

Alguien lloró su muerte,
sintió el calor mojado descender por sus ojos,
un dolor de relámpago, un temblor sin invierno.

Y entonces entendió lo que no dijo:
la vida son hogueras en medio de la noche.
Al apagarse, deja rastros de humo
que nadie puede ver, pero se intuyen.

                (De Las cosas que se dicen en voz baja, 2013)



[Además, tiene publicados Días idénticos a nubes (2001), Oficina de sujetos perdidos (2002), El nuevo ahora (Cuadernos del Vigía, 2002), Cambio de planes (Visor, 2008) y la antología La poesía del siglo XX en Nicaragua (Visor, 2010). Es uno de los autores de Poesía ante la incertidumbre (Visor, 2011)]

martes, 4 de noviembre de 2014

Recomendado por... un exfumador


EL CIGARRO

Toda el alma resumida
cuando lenta la consumo
entre cada rueda de humo
en otra rueda abolida.

El cigarro dice luego
por poco que arda a conciencia:
la ceniza es decadencia
del claro beso de fuego.

Tal el coro de leyendas
hasta tu labio aletea.
Si has de empezar suelta en prendas
lo vil por real que sea.

Lo muy preciso tritura
tu vaga literatura.

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Toute l’âme résumée
Quand lente nous l’expirons
Dans plusieurs ronds de fumée
Abolis en autres ronds

Atteste quelque cigare
Brûlant savamment pour peu
Que la cendre se sépare
De son clair baiser de feu

Ainsi le chœur des romances
À la lèvre vole-t-il
Exclus-en si tu commences
Le réel parce que vil

Le sens trop précis rature
Ta vague littérature.

         
                           Stéphan Mallarmé (Trad. Alfonso Reyes)


("Paul Valery llegó a decir de Mallarmé, a quien por otro lado tanto debe, que para leerlo había que aprender a leer de nuevo. Una afirmación que suena como una advertencia. En la misma línea, la citadísima frase de Mallarmé, tan cierta en él como falta en otros, de que los poemas se escriben con palabras y no con ideas, es la piedra angular de su refinamiento, su exquisited formal, su angustiosa serenidad y su brevedad olímpica". Nacho Segurado.)