jueves, 11 de abril de 2024

Breve

Sopa de piedras
He visto el mundo
El azar nos sostiene vivos
Todo lo demás es alimento duro de tragar.

09/04/24
                                      Fátima N. S.

La casa

La gotera en el salón,
la humedad en el aire,
perturban mi escritura, mi sueño.
Desvelada merodeo.
La casa nocturna se abre,
me invita a vagar con la mirada perdida.
Mis dedos recorren las grietas de la noche que muerden las paredes,
las yemas rozando burbujas de abandono, pintura quebrada.
Los muebles silenciosos se despliegan en capas de olvido blanco, en recuerdos sepultados en tenebrosas hendiduras.
Me detengo unos segundos, quizás unas horas...
¿Cuánto tiempo llevo sin vivir aquí?, ¿cuánto soñando?
Reanudo los pasos de mi insomnio, puliendo en el avance las torpezas que mellaron la tarima, y pienso
-Qué extraña vigilia iluminada por tanta claridad sombría,
qué nostalgia en el pecho desconsolado.
Un centelleo en el suelo, un crujido doloroso.
Mis pies inquietos se cortan con cristales que se llevan mi reflejo.
A golpe de espejo, duermo.

10/04/24
                                                  Fátima N. S.

lunes, 25 de marzo de 2024

FE

Anhelo la falta de deseo,
la plenitud de tu derrota
que es victoria,
tu dulce rostro velado de misterio.
Anhelo por fin callar sobre tu beso de incienso
y tumbarme subyugada por tus vestidos de viento.
Están las más valiosas querencias por encima de los cuerpos.
De la tierra tomo impulso,
las manos me acercan al aire,
mientras se aclara mi carne,
y ese gozo final, ese vuelo sin desdicha,
Torbellino de la Nada que me recoge en su seno,
Torbellino que me escoge para diluirme en sueño.

(25/03/2024)

                                           Fátima N.S.

martes, 16 de enero de 2024

PREMONICIÓN

He tenido un sueño de estrellas cercanas,
gigantes silenciosos y opacos
que no albergaban deseos
y me pareció bien.
Los rostros de los dioses, emergiendo de sus torturados estratos,
saludaban ausentes exhalando en su mutismo
una paz compacta.
Muchas cosas y ninguna acontecieron en este sueño cósmico
de inabarcables proporciones,
de lógica sumergida en el tiempo inventado.
Esperé el golpe de angustia tras estas frías revelaciones.
Nada vino, nada pasó,
solo tranquilidad silente y ciega.
Qué callado todo, pensé, qué oscuro
y me pareció, sí, me pareció bien.

(15/1/24)
                                       Fátima N. S.