sábado, 1 de agosto de 2015

John Berger


REQUIEM

El verde
llena
los dos pechos de la tierra
día y noche
los árboles del bosque
amamantan verdor.
De los colores
el verde es el último.

El viento
seca la tierra
polvorienta y ligera
en el barro más oscuro
manchas
del marrón de la sangre
repetidamente seca
desaparecen otra vez
al amainar el viento
bajo la lluvia.

El verde
a diferencia del plata o el rojo
te lo digo yo Nella
nunca está quieto
el verde que esperó
edades minerales
por la hoja
tiene el color de sus almas
y llega como un regalo.


(«Al contrario de lo que nos enseñaron en la escuela, siempre he pensado que la palabra "poeta" es un adjetivo. Un adjetivo que no tiene nada que ver con el término "poético". Cuando se dice "es poeta" se describe una cualidad que incluye, entre otras cosas, el valor y la sinceridad. Por eso no me parece apropiado autocalificarse "poeta". Decir "soy poeta" equivale un poco a decir "soy inolvidable" o "soy sincero". Mejor dejar que juzguen los otros. El lector y solo el lector puede confirmar si un poema es un poema y un poeta, poeta. Esta convicción, o más bien obsesión, me impidió publicar o incluso pensar en publicar, un libro de poemas, pues obviamente con ello me estaría autoproclamando poeta». John Berger. Paginas de la herida, Visor Libros, 1995).

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