jueves, 12 de marzo de 2015

Las reglas del juego (diecisiete). EDGAR ALLAN POE


DEFINICIÓN. Si hubiese necesidad, no tendría grandes dificultades, quizá, para defender un cierto dogmatismo aparente al cual soy propenso acerca del tema de la versificación. (...) Pero por lo que concierne a la versificación la dificultad es sólo parcial, pues aunque un tercio del tema se pueda considerar como metafísico, y por tanto se pueda discutir con arreglo a la fantasía de este o de aquel individuo, los otros dos tercios siguen perteneciendo innegablemente a las matemáticas.

ESENCIA. Se nos ha metido en la cabeza que escribir un poema simplemente por el poema y reconocer que tal ha sido nuestra intención sería confesarnos radicalmente faltos de la verdadera dignidad y fuerza poéticas; pero el simple hecho es que, si nos permitiéramos mirar dentro de muestras propias almas, descubriríamos inmediatamente que bajo el sol no existe ni puede existir ninguna obra más enteramente digna, más supremamente noble que este mismo poema, este poema per se, este poema que es un poema y nada más, este poema escrito únicamente por el poema mismo.

CARÁCTER. Todo lo que es tan indispensable en la Canción es precisamente todo aquello con lo que no tiene nada que ver en absoluto. No es sino convertirla en una ostentosa paradoja envolverla en gemas y flores. Para imponer una verdad necesitamos severidad, más que florituras del lenguaje. Tenemos que ser sencillos, precisos, lacónicos. Tenemos que ser fríos, tranquilos, desapasionados. En una palabra, tenemos que estar en ese modo que, tan cercanamente como sea posible, es el exacto reverso de lo poético.

EXTENSIÓN. Mantengo que un poema largo no existe. Mantengo que la expresión "un poema largo" es sencillamente una palmaria contradicción en términos. (...) Por otra parte, está claro que un poema puede ser indebidamente breve. La brevedad excesiva degenera en mero epigramatismo. Un poema muy corto, aunque de vez en cuando produzca un efecto brillante o animado, nunca produce uno profundo o duradero. Tiene que darse la presión constante del sello en la cera.

RIMA. La perfección en la rima es alcanzable solamente en la combinación de dos elementos, la Igualdad y lo Inesperado. Pero como el mal no puede existir sin el bien , lo inesperado tiene que originarse de lo esperado. No competimos por una mera arbitrariedad de rima. En primer lugar, tenemos que tener rimas equidistantes o regularmente recurrentes para formar la base, lo esperado, de la cual se origina el elemento, lo inesperado, mediante la introducción de rimas, no arbitrariamente, sino con vistas a la mayor cantidad de lo inesperado.

(Escritos sobre poesía y poética, Edgar Allan Poe, traducción de María Condor, Hiperión, 2009)

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